UNA MADRE LLAMADA VICTORIA

Indefensa contra el tiempo 
mire hacia el infinito
buscando la mirada
de tus tiernos ojos negros...
En esa noche de estrellas
recordé lo que muchas veces.
Al sentir tu mano en la mía
o escuchar las melodías 
que con fervor entonabas
me llenaba de armonía
y me inundaba de paz.

Hoy tu mirar es lucero
que alumbra todos mis cielos.
Cuando mis noches son frías
cuando no encuentro consuelo
traerte a mi memoria me sana
y cancela mi cobardía...
Tu solo nombre me indica, 
que mi lucha, no está perdida
Por tanto Doña Victoria
«¡Madre del alma mía!»
conmigo vivirás siempre
hasta el final de mis días.

ESCLAVOS

Pisadas escondidas en la noche
crujen sobre hojas de la historia
flotan sobre charcos anegados
con la sangre derramada en el pasado.

Rojizo también están los cielos
con nubes que migran al espacio.
Nuestra paloma de paz perece
en la jaula que asemeja un palacio.

La jornada es deslucida y brumosa.
Tres horas alumbra el astro al cabo.
Una de ellas, alusiva al futuro
oscurece en la mente del esclavo.

FURTIVOS ABRILES

En el silencio de mi alcoba, en la soledad de la nada
memorias pintan de negro el cristal de mi ventana.

Desde el llanto de mis ojos se moja hasta el subsuelo
y crecen mandrágoras lilas de dolor y desconsuelo.

Ha llegado el otoño y con él 

me invade el hastío. 
Nuestros abriles se esconden 

entre tu invierno y el mío.

LÁGRIMA LUNA

Eres en mi vida ese amor 

que no muere.

La inspiración veraz de mi verso. 
Te deslizas en mis recuerdos 

como una lágrima luna, 

luciérnaga, donante de luz 

en mi oscuro universo.

Te escurres despacio 

sobre el cristal de mis huesos.
Infundes calor y vida 

a mis escuálidos esfuerzos.

Eres lluvia de verano ingravida y anhelada 

que intenta aplacar el calor 

de la infernal temporada.

Mas cual llovizna en destiempo 

te evapora el viento solano 

y vuelven a ser de cristal

mis huesos petrificados.   

 

VEN CONMIGO

Es mi tierra una isla, bella isla en el mar
con riberas y montes, ven conmigo a mirar.

Más allá de las playas que rodean mi lar
vive un pueblo que duele y no puede llorar.

Sus tambores de guerra en silencio total
y su voz enterrada entre el cielo y el mar.

Es mi isla de arenas, marullos y sal
es su interna agonía como honduras de mar.  

LUGAR SECRETO

En ese lugar secreto
que tú y yo conocemos... 
Ataúd de nuestros cuerpos
testigo de nuestro encuentro. 
Entre tus labios me encierro
sobre tu boca respiro
en una combustión de fuego
pasión, calor y delirio.

Sobre las olas flotando
resurges de pasión, erguido

y entre caricias, suspiros
cruzas los mares conmigo.  
En ese lugar entendemos
que no hay amor prohibido.  
¡Entre tus sábanas blancas
nuestro lugar preferido! 

ESTACIONES

Si me tocara partir en un día de verano,
adornen mi cabellera con frecas flores del prado.
Dibujen una paloma en mi ataúd barnizado
y sirvan miel de azahar con queso pausterizado.

Ahora, si fuera en invierno cuando llegue mi partida...
No permitan que el mal tiempo congele mi despedida.
Versos, canciones y risas chocolates y bebidas.
¡Que nadie llore mi muerte pues supe vivir mi vida!

Mas si es en primavera cuando mi barca navega
con una docena de rosas adornen mi cabellera 
que el cortejo me pasee por el río y su ribera
después rieguen mis cenizas, arriba, en la cordillera.

Y si el otoño, que es sueño de árboles, flores y grama
se convierte en la estación en que se enfríe mi cama...
Que el poderoso fantasma de mi alma de poeta
pueda escribir nuevos versos usando hojas por letras.