miércoles, 20 de abril de 2016

FRAGMENTOS

En esta mi piel que fue ocupada
por hermosos tonos de la primavera
la ilusión de ensueños se ha escurrido
y se disipa como bruma aventurera.
 
Caminos escondidos a mis ojos
fragmentan la visión de noche y día
una puerta que no tiene cerrojo
se abre hacía el hangar de mi agonía.
 
«¡Qué daría por tener una sonrisa!»
«¡Qué daría por poder cerrar mis ojos!» 
 
Llega el otoño
y me ha vencido con premura, 
la invasión de un frío interno
(preludio de la escarcha que avecina)...

Y mi cuerpo, que fue cual flor de mayo
presumiendo los colores de la vida
será blanco humo que no espesa
neblina pasajera que se olvida.
 
 

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