Cuando me visto de Luna
la noche larga y oscura
se llenan de suave luz...
Y me recuesto en la arena,
mirando un mundo de estrellas
en la boveda circular.
Camino en veredas sin prisa,
respirando la suave brisa
de un andar, que aunque lento
se va acercando certero
a mi permanente hogar, y...
¡Entonces seré Luna!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario