Que la poesia nos salve del mundo. Que sus versos nos desnuden el alma y que el alma pueda irradiar luz para los hijos del mundo.
Estallan en mis oídos
los ecos invisibles
de los ruidos esta noche..., sonidos fraccionando la percepción del espacio y la estructura del tiempo.
Siluetas que se desplazan
en minutos casi eternos
bailan en la acústica musical de una noche de desvelos.
El amor es destino de la vida, vivida...
Es torrente de agua, es caballo sin brida...
Es la luna en la noche y en el día es el sol
un despliegue de estrellas de armonioso esplendor .
Es un ave aprendiendo a volar sin temor.
Es un niño ríendo en inocente candor.
Una madre que canta una vieja canción
y un padre, en faena, que construye un bastión.
Es un hijo esforzado,
es familia en unión.
Es la hermosa alborada de una puesta de sol.
Es pasión e ilusión, es amor en acción...
Es un beso en los labios inflamados de amor.
Van en aumento las sombras
por el azul de mis cielos
y en su ancho horizonte
he perdido los ojos...
Mi voz vaga en silencio
soledades me aprisionan
el alba me ha sorprendido
en un total abandono.
Los recuerdos del pasado
son arenas soledosas.
Con efímera fragancia
las espinas me dan rosas...
Aunque cierro mis ojos
es tal mi indigna suerte
los fantasmas de memorias
nanas cantan a mi muerte.
