Asomas en el tema de mis versos
y cabalgas en el horizonte de mis pensamientos...
Tu marcha lloré con lágrimas negras.
Flotaste en la bruma sobre dunas de arena...
Y en tu alejamiento, aprecié la libertad
que me brindó tu ausencia.
Ceñida en el aroma de flores silvestres
me deshizo el funesto olor a ropa vieja.
Caminé un sendero que aunque no era recto
me llevó a perder el temor por lo incierto.
Mi autoestima encontrada pagó mi rescate.
Me elevó como regio volar de golondrinas.
El valor me escudaba y me sentí rendida
a la copa de un árbol, al rugir del riachuelo
al alear de las aves, remontándose al cielo.
Aprecié con mis ojos el color de la vida
degusté en mis labios el sabor de otras pieles...
Tú eres solo un recuerdo que visita mis versos...,
yo soy ave o gorrión que no quiere ser fiel
o tal vez soy abeja sin panal y sin miel.
