Mar de mi amor y de mi infancia.
En tí navegan mis sueños más queridos.
En tí, mi cuerpo de doncella enamorada
exploró bajo tus aguas, sumergido.
Recibiendo el bautismo de Cupido,
en tus olas aprendí a bailar el ritmo
tu marea me acunó, trigo mecido
a tu orilla entregué mi pecho, florecido.
Deja que otra vez sumerja mis sentidos,
para ahogar la angustia de esta pena,
y en lo profundo de tu hermoso azul plateado...
Que mi llanto se mezcle con la arena.