Fuiste ola y espuma atrapada en la arena,
flotabas sobre un mar de sueños en andamios.
Marchaste sobre el llanto fluyendo de mis ojos,
con una sonrisa estampada en tus labios.
Era ave inexperta en mi primer vuelo.
Al sentir tu llamado me precipité al suelo
Allí, ondeando en oleajes de miedo
me perdí en la bruma, me escurrí entre tus dedos.
¡Oh! días de ensueños al vaivén de las olas,
las pasiones raídas por el viento, volaban.
El efímero amor, mostró su agonía,
y los astros murieron al final de ese día.
La noche creció muy oscura y sombría.
Fue preludio del claro
resplandor de la aurora.
Que irradiando en mis ojos,
disipó mi letargo
y en mis labios gusté
tu sabor dulce amargo.
Hoy soy ave sin vuelo,
derribada tendida...
Bajo un cielo azul de anhelos sin mañana.
Sin nido, abandonada
en la playa perdida,
sumergida en la pena de este triste quebranto
Soy lamento, soy llanto...
¡Soy un ave sin canto!