¡Bajaba el monte y besaba el valle!
el gran río se desplazaba
su rumbo, siempre variante
(infiel amor de mi amante).
Así llegó a mis campos
pero nunca en verdad fue mío.
La lluvia siempre cayendo
sobre éste incansable río...
Se salía de su cause, poseyendo la ladera,
se desplazaba seguro de su figura sensual.
Con tan solo una sonrisa
al mirarme a los ojos
arrasaba mis defensas
y mi forma de pensar.
Insolente, se burlaba de mis dudas a su paso
me atormentaba con celos,
me encendía de pasión.
Cuando socavó otro rumbo,
supe que se alejaría
y al despedirse ese día
fue historia nuestro amor.
Yo fui quien solo amó
al bohemio vagabundo
y soy yo quien sigue amando
a ese río furibundo.
Desde el comienzo sabía
que se iría de mi lado
aún así quise amarlo
aunque hoy, soy su pasado.
Río vida, río muerte, me poseyeron tus aguas
me envolviste, me arropaste
tu surco en mi piel tatuaste...
tu surco en mi piel tatuaste...
Mis riveras y mi empalma
otras aguas las poseen
mas nunca podré olvidarte
río dueño de mi alma.
¡Río vida, río hombre por ti me tiré a la suerte
y tú mi querido río
me has premiado con la muerte!
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