Volverás a los poemas que te he escrito
sin motivos, querrás amarte en ellos.
Así como te he amado y lo he probado
con mis hechos.
Te he entregado de mis manos mil caricias
que al principio en maneras,
son pausadas
más luego se rebelan impetuosas
y hacen guerra de amor en la enramada.
Se desbordan como un río de acuarelas
que sublevan a su vez, tu mar en calma.
Y se adornan con la espuma de las olas
que sonrientes se besan con el alba.
Yo, artesana de caricias en tu cuerpo
moldearé tu figura urgentemente;
en este enlace de amor y de pasiones...
¡El calvario clandestino de dos vientres!
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