Cerrando mis ojos
en la recámara, a oscuras.
Sin descanso, extrañando
la tenue luz de la luna...
Ansiosa por amor
mi labios te nombran
y llega tu imagen
al espacio de sombras.
Escojo bajar al pequeño sendero.
Al prado escondido de puerta secreta,
mojado por mares, desnuda de velos
rosada su alfombra con ventana al cielo.
Sometida y conquistada por la pasión en vuelo
me humedece el rocío cual suave terciopelo.
Me cobija la vida, me entrego al deseo...
Y el extasis me lleva a las alturas del cielo.
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