Enséñame a olvidarte entre el cielo y la tierra
pues más allá del azul seré tuya por siempre.
¡Júrame que no hay memoria despues de la muerte... 
Que no sentiré soledad cuando deje de verte!
Enséñame sutil a que en las noches
olvide tu respiro junto al mío 
o la fuerza de tu abrazo 
o tus labios en los míos...
o esa forma de mirarme
que detiene mis latidos.
¡Muéstrame el camino hacia 
el olvido
y alcanzará descanso 
mi corazón abatido!