martes, 20 de octubre de 2015

TREN DE IDA

Se encienden las estrellas cuando se apaga la luna.
Es la llegada magistral del tren de mi ocaso
y me aferro a la vida, a mi voz, al pincel
al cuaderno de antaño de gastado papel.

Mis palabras se ahogan con el llanto de ayer.
Y mis manos me tiemblan agarrando el pincel.
Evocando los versos de canciones que amé
y las danzas sensuales que algún día bailé.

Me desvela en la noche el silbato del tren
que se escucha no lejos de la vieja estación...
Oigo el grito de alerta y el rugir de su viaje
rodando sobre rieles que van a mi abordaje.


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