Frente a lo oscuro de la noche
a un paso de un abismo insondable.
Me sostuvo una fuerza invisible
que mantuvo mi espíritu inalterable
Y fue en la brecha de duras circunstancias, donde vi
que no hay razón para el quebranto
Y me hice amiga de las sombras
de la noche
Y le canté nanas a los hijos del espanto
También en la bruma cotidiana,
muchas veces no vi el compás,
perdí el camino...
Mas mi entereza vital me dirigía
a proseguir adelante a mi destino
¿Qué importa?...
Si el sendero está bloqueado
Si oropeles se adhieren a mi sino
Si penando pago una condena,
o si el mar me ruge enfurecido...
¡¡¡Voy luchando la batalla de mi vida;
y prosigo adelante en mi camino!!!
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