ATAÚDES

Acuarelas en los cielos
pintan tonos de gris y lluvia.

El muerto sufre desvelos
no puede descansar en paz...
Escoge entre ataúdes
de madera barnizada
cargando en sus huesudas manos
cinco flores de cristal.

Siete metros bajo tierra
deseó enterrar sus odios.
Confiaba en once elementos
mezclados como en cóctel.
Tiene mesa y una silla

mas comía de rodillas...

Moría en vida en el día 

y despertaba en un burdel.

AMORTAJADA

Estoy callada de amores
sobrio silencio... ¡vacío!
Anulada de pasiones
amortajada de frío.
Réquiem de cuerpo presente
desconcertada en mi hastío.
Pasmada de avistar visiones
en este espíritu impío.

Golpes a mi ingenuidad
ya, ni sueño del futuro.
Me desvela la ansiedad.
¡Morir en vida es muy duro!

POR SIEMPRE

Te amo y te amaré 

por siempre mientras viva.

Estoy atada en cadenas 

que me tienen cautiva...

Cautiva de tus ojos, 

de tus manos, 

de tus besos 

en una dulce prisión 

de la que no tengo regreso.

Si en tus ojos me miro, 

me convierto en suspiro.

en rocío de flor, 

manantial escondido.

Es mi amor reprimido 

un navío de pasiónes 

que va sobre olas blancas 

en un mar azul zafiro...

Y cuando besas mis labios, 

se acrecienta mi anhelo.

Así, entre tus brazos, sucumbo 

y desespero.

Soy ave que se eleva 

en intrépido vuelo

para entregar su alma 

a las nubes del cielo.

Atrapada en tu abrazo        

tus caricias ardientes

me queman como magma 

que brota de repente..., 

y controlas mi vida, 

bloqueándome el camino

me encadenas por siempre 

a tu pasión, mi destino. 

TIERRA FÉRTIL

«¡Soy mujer, soy tierra fértil!» 

Valiente, osada y fecunda.
En mí,  se forma la vida
en mí,  se prolífica el germen
se divide y multiplica...,

en mis entrañas
en mis aguas
por mi respiro 

y mi sangre...,

como una mancha se esparce
y  a su crecimiento apura
me hace sentir la hermosura
la esencia de ser escogida
para sustentar nueva vida...

«¡Soy mujer, soy tierra fértil!» 

 

PULSO DE VIDA

Humedecido el árbol seco, revive golpeando a tiempo.
La noche está estrellada por amores inflamada.

Los ojos frente a frente coinciden en las miradas
y deshielan las barreras con tañidos de alborada.

El impulso es feroz y ciega los sentidos

y al espacio inunda de ruidos sin palabras...
Se crece la marea, las olas cubren el huerto
en formidable faena de labios, pieles y cuerpos.

Con tiesura se proyecta 

el brebaje vulnerario.
¡El río en su salida trae deleite en los labios!

NO INTENTES VOLVER

Cuando quieras encontrarme, 

sabes en donde buscarme
Allá  en “Sierra Escondida” 

donde un día me dejaste 

Pero nunca encontrarás 

a la misma mujer 

que engañaste...
Hoy tengo una carabina, 

binoculares 

y un mauser.

INFINITA MIRADA

Infinita mirada
ojos de miel y almendra
tus flecos de terciopelo
divina adoración engendran...
Se mezclan con las luces
guirnaldas en tu cielo
marcando el firmamento azul
en eternales desvelos.