Vagabunda bajo el manto de la noche
me perdí en tus mares escondidos.
Era tarde, el ocaso había llegado
las estrellas no alumbraban el camino.
Sumergida en una lágrima callada
que jamás recorrerá por mi mejilla;
me rodeó una niebla tan pesada
que perdí el timón de la barquilla.
que jamás recorrerá por mi mejilla;
me rodeó una niebla tan pesada
que perdí el timón de la barquilla.
Nuestros besos son de soles en invierno
tus caricias congeladas me hacen polvo
la distancia cada día nos separa
tus caricias congeladas me hacen polvo
la distancia cada día nos separa
el adiós se define en las miradas...,
y en los ojos que furtivos se sumergen
en el mar de almas atormentadas.
Así pues, la distancia nos separa
Así pues, la distancia nos separa
en un beso de Luna, un adiós, una enramada.
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