En rojo, azul y blanco
se pintan mis ensueños.
¡Mi terruño borinqueño
que por siempre he de amar!
Ondea su bandera
entre miles de palmeras
y un cielo azul turquesa
le sirve de portal.
se pintan mis ensueños.
¡Mi terruño borinqueño
que por siempre he de amar!
Ondea su bandera
entre miles de palmeras
y un cielo azul turquesa
le sirve de portal.
Su majestuosa flora
en perpetua primavera
adorna las riberas
en perpetua primavera
adorna las riberas
del río, el campo y lar.
Y desde sus playas colmadas de palmeras...
Y desde sus playas colmadas de palmeras...
emigraron retoños
hacia una tierra extranjera.
Hoy rodeados de frío
en nostalgia constante
en nostalgia constante
sus raíces de vida
en la escarcha hundidas
anhelan regresar
en la escarcha hundidas
anhelan regresar
a su bendito suelo...
Aun en su gran nostalgia
no están desamparadas.
Ferviente las reclama
Ferviente las reclama
su bendita bandera...
Y a su flora extranjera
Y a su flora extranjera
erguida en su amor sostiene
cobijando las palmeras
cobijando las palmeras
¡plantadas sobre la nieve!
Hermoso poema, hermosa nostalgia. Mientras sea así, Puerto Rico estara siempre presente. Le abrazo, Compueblana.
ResponderBorrarMuchas gracias querido poeta.
ResponderBorrarUn saludo cordial desde Pensilvania
Muchas gracias querido poeta.
ResponderBorrarUn saludo cordial desde Pensilvania