Nos quedamos mudos...
Se encontraron nuestros ojos,
y se detuvo el tiempo
en un instante infinito.
La luna sagaz,
brillaba sin pausa,
majestuosa y altiva
en sus tonos de plata.
Atrapados en anhelos
tomamos atajos de espacio y tiempo...
Cadencia febríl,
montadas figuras,
tu forma viril
mi entrega, ternura.
Frenando en momentos
para que no terminara
el deleite supremo
que nuestros
cuerpos lanzaban...
"Fue nuestra fortuna,
la eternidad de esa noche"
Y sonrieron tus ojos
te respaldaron los míos
¡Fuiste canción de cuna
arrullando mi cuerpo!
¡Fuiste canción de cuna
arrullando mi cuerpo!
Hermoso poema. Importante los instantes en la vida, pero el más bello de todos, es ese que nos eclipsa los sentidos, y es el preludio a un beso.
ResponderBorrarUn cariño inmenso
Juan
Muchas gracias por comentar. Saludos cordiales
BorrarSin palabras queda uno al leer este maravilloso poema. Sublime, apasionado y muy expresivo y la estrofa última para enmarcar. Estupendas letras, Leah Marr.
ResponderBorrarUn abrazo y feliz día !!!